Trastorno de Ansiedad Generalizada

La ansiedad, un trastorno muy actual.
¿Qué es la ansiedad?
A lo largo de la Historia, el ser humano ha tenido que enfrentarse a diferentes peligros para poder subsistir, y por este motivo, ante situaciones que lo requerían desarrolló diferentes estados psicofisiológicos, como eran la huida, el enfrentamiento o la paralización que le permitieron adaptarse al medio de manera efectiva. Por esta razón las personas necesitan un grado de ansiedad o estrés (activación) para poder reaccionar de forma adecuada a ciertas situaciones (el miedo ante un peligro, reacción a algo muy emocionante…), es decir, si de da en la justa medida es “adaptativa”, por tanto el problema está ahí, en que sea en la justa ‘medida’.
La ansiedad o estrés no es otra cosa que el miedo, y en la mayoría de los casos estos ataques de angustia desaparecen porque el problema se soluciona, pero en algunos casos puede derivar en un trastorno de ansiedad generalizada.
Causas del trastorno de ansiedad generalizada
Resulta evidente que las obligaciones diarias, el ritmo de vida y el estrés provoca que en muchos momentos padezcamos algún episodio de estrés, angustia o pánico. El problema radica cuando este estado de miedo ante situaciones desconocidas para nosotros, pueda llegar a ser en algunos casos desproporcionadas, ya que debido al tipo de vida actual, con las presiones y la competitividad en el mundo laboral, o la sensación de vulnerabilidad que nos provoca la inseguridad ciudadana o el paro, hace que ese nivel de ansiedad sea más elevado de lo que podríamos considerar normal o sano.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada se caracteriza porque la persona que lo padece presenta estados de preocupación excesiva (expectación aprensiva) que se presenta ante un amplio abanico de acontecimientos o actividades y que se prolongan por un periodo de más de 6 meses.
¿Cuales son los síntomas de la ansiedad generalizada?
En un Estado de Ansiedad Generalizada, la persona que lo padece sufre también una serie de síntomas de tipo físico como son inquietud, fatiga, sudoración, sensación de boca seca, nauseas, problemas para tragar, dificultad para la concentración, irritabilidad, tensión muscular o trastornos del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño, así como tener la sensación de no haber realizado un sueño reparador durante la noche).
¿Quién padece la ansiedad?
Estos estados no son exclusiva de los adultos, ya que los niños también pueden padecer estados de ansiedad. Todo este cuadro, hace que el individuo comience a girar en torno a este estado que puede llegar a controlarlo. Por este motivo podemos afirmar que la persona vive de manera constante en un estado de preocupación o tensión, no llegando a ser objetivo ante el problema que en ese momento se le pueda presentar, e impidiendo así que pueda llegar a controlarlo de manera eficaz. En este caso, la persona no es capaz de identificar que la preocupación que padece no es tan vital y que por su estado que sufre queda magnificada, provocando que le resulte casi imposible poder controlarla. Por este motivo la duración, frecuencia o el momento en el que aparece este estado de ansiedad resulta desproporcionado, provocando que la persona vea imposible poder seguir con la tarea que en ese momento realiza.
¿Quién la trata?
Resulta muy importante detectar algunos de estos síntomas para saber las causas y consecuencias de esta ansiedad. ¿Que la ocasiona? ¿Que la produce? ¿Que provoca los ataques de ansiedad? Un psicólogo puede determinar si necesitas apoyo o ayuda psicológica para combatir o aliviar el estrés, y mediante terapia psicológica, te pueden ayudar a comprender y controlar estos estados de angustia, para que puedas poder llevar de nuevo una vida libre.
Cómo reducir la ansiedad
Para poder controlar ese miedo abstracto en mayúsculas, debemos trabajar en una doble vertiente, la física y la mental. Debemos aprender a relajar nuestro cuerpo y nuestra mente y eso es lo que enseñamos en terapia, a “re-interpretar de forma mas adecuada nuestra realidad” a través de la educación de nuestro dialogo interno (nuestros pensamientos) y saber controlar nuestra respiración, a relajar nuestro cuerpo, etc. Todo ello nos llevará a sentirnos mejor y poder vivir sin esa sensación constante de “peligro”, con esa “alarma” siempre encendida y nos ayudara a bajar, disminuir o eliminar la ansiedad.
En nuestra consulta psicológica, nuestros psicólogos pueden tratar la ansiedad tanto en adultos como en niños mediante terapia individualizada. Si tienes cualquier consulta o dudas sobre este tema, puedes ponerte en contacto con nosotros por teléfono, en el centro o enviarnos un mensaje desde el formulario y nosotros te contestaremos sin ningún compromiso.